"Ya es tiempo de que yo también me vaya a divertir,
tengo con qué, busco con quién,
ya quiero sonreír..." [1]
Lo mejor de todo es que ya tenía con quién, y tal "quién" resultaba de lo más estimulante, un boleto todo pagado a la diversión y al gozo, pactando de dar, en aquella tarde-noche, rienda suelta a los sentidos .
Después de un delicioso moka frío y gracias los precisos cálculos de mi amiga, me di la oportunidad de ir y dejarla a su destino para volver al punto de encuentro de mi siguiente cita con total puntualidad. Sabía que estaría saliendo de trabajar, dimos un intervalo de llegada posible para considerar los contratiempos laborales, el tráfico, la lluvia, etcétera. Se comprende un poco de espera.
Pero pasó media hora, cuarenta, cincuenta minutos... Y nada, ni un mensaje. Con lo que me encanta que me hagan esperar. Decidí marcarle, escuchando con la débil señal que permite el metro que "en diez minutitos estaba conmigo."
Diez minutitos traducidos en otra media hora, algo anda mal con su espacio métrico. La situación comenzaba a empeorar: fue acierto mío el hacerme de una botellita de agua, por aquello de que el moka frío y dulce provoca sed después; pero el agua y el húmedo temporal hicieron su efecto, entonces me entraron unas terribles ganas de ir al baño, pensé que no soportaría el camino y me encontré en una encrucijada: "¿y si busco un baño público cerca? ¿pero qué tal si justo en ese momento llega, y al no verme se va?" El bailoteo no se hizo esperar, literalmente estaba atrapado entre dos necesidades fisiológicas.
Hasta que finalmente llegó, sonreí por ello, no obstante, lo primero que le pregunté fue: "¿sabes de un sanitario por aquí cerca?"
Ante su respuesta negativa, comenté, "bueno, puedo aguantar el trayecto, ya cuando salgamos de aquí busco ese baño." Y así nos conducimos juntos a los andenes que, por supuesto, ya estaban atiborrados de gente: coincidimos con la hora pico.
Quienes usan ese transporte público saben lo Espartano que puede llegarse a tornar, ya ansío ejercer mi profesión cuando termine la licenciatura y con los recursos hacerme de un automóvil, no planeo depender toda mi vida del sistema de transporte colectivo, sobre todo por días como aquel.
Entramos a empujones y casi sin voluntad, quedamos muy separados, sólo con la mirada nos seguíamos y con ello nos calmábamos, entre tanto ajetreo y aglomeraciones llegamos a una estación donde muchos usuarios salen y entran. Al estar tan cerca de la puerta consideré prudente salir del vagón para no estorbar: típico, ya no pude entrar; pero fue más alarmante de lo que pensé, porque mi mochila sí estaba adentro, y con una sola mano la tenía detenida. Tratando de entrar con ella, (acomodándome cual ladrillo largo en juego de Tetris) el tipo más próximo a la puerta tuvo la brillante idea de atravesar su brazo, impidiéndome la entrada. ¡Maldito!
Busqué con la mirada a mi atolondrada compañía, dentro aún del vagón, y con señas le dije "nos vemos allá, me subo en el siguiente." Asintió. Un problema menos, ahora necesitaba sacar mi mochila de allí, estaba furioso con el individuo que atravesaba su brazo, él ya estaba dentro, sólo lo hacía por fastidiar. Resignado a ya no entrar, logré sacar mi mochila mientras las puertas comenzaban a cerrarse lentamente hasta atorarse con la mochila de aquel sujeto que me impidió entrar al vagón. "¡Ahora va la mía!"
Como buen samaritano empujé su mochila para que liberara el cierre de puertas, hasta que... Oops, mi mano, empujando su espalda, de algún modo terminó en su cabeza, sorrajándole un manotazo. Las puertas habían cerrado ya, intentó voltear para ver quién se había atrevido a darle ese zape, pero enlatado como sardina, no podía moverse tanto para ver mi mirada triunfal. ¡Lo sé, lo sé! Fue muy animal de mi parte, pero ¡ah, qué liberador y cuánta adrenalina salió del travieso desquite! Comprendan por favor, con una espera extensa y una vejiga llena, la paciencia no podía ser tanta.
Justo al siguiente tren, entré sin mayor problema. Varias almas vagabundas allí también buscaban improvisar su viernes, queriendo extenderme su invitación, a la cual me negué. "No, no, no, ya alguien me está esperando."
... Sí, claro.
Al llegar al segundo punto acordado, simplemente no estaba allí. Culpando a mi miopía entre tanta gente alrededor, me dispuse a marcarle:
-¡Hola! Ya llegué a la estación, ¿dónde andas que no te veo?
-Ah, hola, ya estoy camino a casa.
!!!
-¿Eh, por qué? Viste que me sacaron del vagón, pensé que me esperarías. ¿andas ya muy lejos entonces?- Pregunté.
- Sí, vi que ya no te dejaron entrar, pero pensé que ya no llegarías y mejor me fui. ¿Qué te parece si mejor nos vemos mañana?-
-Mañana no tengo tiempo, mañana no es viernes, se suponía que íbamos a vernos hoy.-
Silencio.
Colgué.
Acto seguido, solo en esa estación, comencé a reír. A reírme de mí mismo, a reírme como idiota, mientras pensaba "Eso te pasa por ser tan improvisado, mira qué tamaña estupidez: tu vejiga y tú esperaron cerca de hora y media a su llegada... ¿¡y esa criatura de intelecto semihumano no pudo esperarte al siguiente tren!?" No culpo a nadie más que a mí, por mi tonta bonachonería, incluso creo que le debo un favor al tipo del sape por impedir mis planes con alguien que no valía más que mis carcajadas. ¿planear algo contigo otra vez? ¡Ni a misa! ¡Ni hoy, ni mañana, ni nunca!
Y bueno, ante mi aparente buen humor, alguien correspondía mi sonrisa sin darme cuenta, se acercó a mí y me dijo: "oye, qué bonita sonrisa tienes"
*Ya la armé.* ¿cómo va esa canción de Café Tacvba? "No me hubieras dejado esa noche..." [2]
La plática se tornó interesante: genial, recién egresó de Ingeniería Eléctrica, también defiende la importancia de las matemáticas, lástima que estaba preparándose para irse de viaje con su familia esa noche rumbo a Veracruz, fortuna que coincidiéramos en casi todo el resto del camino para seguir charlando.
Luego de tocar el tema de infortunios graciosos, le conté la peripecia absurda que acababa de vivir. Puso su mano en mi hombro y me dijo: oh, mi buen amigo, me ha pasado algo similar hace poco, te cuento:
Ya sabes, -comenzó- un encuentro casual tranquilo, de esas miradas que coinciden, intercambiamos números para estar en contacto, de tal manera que me comuniqué, escribiéndole, para romper el hielo, saber de su vida, sus gustos, lo básico. A lo que me respondió, con estas palabras: "a mí háblame al tiro, cuándo y dónde cogemos." Eso no me gustó, le dije que aún vivía con mi familia y no tenía esa flexibilidad de tiempo, tras su insistencia en pasar noche y día completos. Terminó diciéndome:
"Entiendo, no puedes. A la chingada entonces, un gusto."
Desde esa ocasión me juré que jamás volvería a pedir contactar a alguien de esa forma, tonto yo si vuelvo a pasar por algo así. No, prefiero que la casualidad haga su labor.
Me gustó su reflexión, y le hice saber que había sido una conclusión muy positiva, finalmente ese choque de expectativas te hace encontrar el vacío en ciertas personas. Por la contundencia de sus palabras le dije:
-Seguramente eso también aplicará conmigo, dejemos entonces que la casualidad nos reúna eventualmente.-
-Claro que sí, ¿y sabes algo? me alegrará mucho que me reúna con alguien tan agradable como tú.
Deseándole un buen viaje con un abrazo cordial, nos separamos rumbo a nuestros hogares.
Fue así como la idea de un viernes para portarse mal, terminó siendo un viernes para aprender lecciones. La risa volvió a aparecer para mí al recordar lo opuestas que resultaron las situaciones, y al final me encontré sin mejor compañía que la mía (y la de mi vejiga llena, seguro las vías urinarias me reclamarán mi osadía).
No puedo negar que me divertí carcajeándome de mí mismo, asegurándome también lo siguiente: tonto yo si vuelvo a pasar por algo así.
Así concluyen las carcajadas de un viernes frustrado.
***TELÓN***
Comparto la música que referí en el texto:
[1] Abuso. Daniela Romo, jejejeje: https://www.youtube.com/watch?v=e_AlOS3X3Hk
[2] Esa noche. Café Tacvba: https://www.youtube.com/watch?v=mcCeVOTcy60
("Mi soledad, siempre he pertenecido a ti" ... Hasta el final quedó perfecto. )
[Extra 1] Holy Water. Madonna ("Bless yourself and genuflect")
https://www.youtube.com/watch?v=4IGw5kdoUhg
[Extra 2] Lover to lover. Florence + The Machine
https://www.youtube.com/watch?v=scTKUToiQ-U
"No salvation for me now,
no space among the clouds,
and I feel I'm heading down.
... And that's alright!"
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