sin más qué cuestionar y con suficientes ganas de asombrarme, a finales del año pasado me adentré en el mundo de Anastasia Steele y Christian Grey.
Ana, en primera persona, va narrando su encuentro con el millonario empresario que, a raíz de una incómoda entrevista que debe hacerle, cubriendo a su amiga, comienza a notar un peculiar e inesperado interés de él en conocerla mejor. Ventaja reproductiva el hecho de añadir al personaje de Christian Grey las cualidades físicas excesivas para ser considerado un hombre sumamente atractivo, contrastando con la infravaloración que Ana Steele hace de ella misma, aunada a su perfil despistado y gris, lo cual provoca que los acercamientos que Christian intenta despierten en ella más suspicacia que entusiasmo.
A su vez, Christian se presenta como un personaje misterioso, obseso y controlador, que "quiere y no quiere" a Anastasia... Pronto se revela el porqué, y ese, según muchos, es el gancho de la novela para bien o para mal: las prácticas sexuales que Grey realiza hace que su búsqueda de mujeres no involucre el amor, disfruta de tener sumisas que satisfagan sexualmente sus placeres vinculados con el dolor que puede infringirles. No obstante, dado el perfil público que debe resguardar y el feeling empresario que posee, las relaciones con sus sumisas las regula mediante estrictos contratos. Por otra parte, Ana tiene mínima experiencia en tales asuntos, siendo tan novedoso el trato que Christian le procura, no le resulta difícil enamorarse, pero principalmente encuentra interés en descifrar qué hay detrás de la frialdad en sus hábitos. Esa es la parte que la minoría aclama de la historia, aquella donde Ana va avanzando en la trama, adentrándose poco a poco en la psicología de Christian Grey, mostrando a un joven lleno de complejos e infortunios en su pasado que le han hecho infravalorarse también pese a sus muchas virtudes, afectando principalmente su capacidad de amar y sentirse amado.
Hasta aquí el resumen SÓLO DEL PRIMER LIBRO, no hay más resúmenes para no arruinar lecturas, vienen entonces las críticas:
El primer libro: "Cincuenta sombras de Grey", a mi gusto, resulta ser poco menos que mediocre. Es el primero de la autora E.L. James, pero algo en el ritmo de la trama te hace sentir que ya tenía tan bien pensado el hecho de contar con una segunda parte, que dejó a la primera carente de más elementos con mayor emoción, dejando un final brusco y en cierta forma, decepcionante... Recuerdo haber terminado de leerlo y no sentir mucho entusiasmo por buscar el segundo libro, pero mis amigos nuevamente hicieron que esa segunda parte me encontrara. Otro asunto del primer libro son los errores de principiante que en mi opinión comete: los pensamientos de Ana recurren en toda la novela, hasta llegar al fastidio, a frases como "una corriente eléctrica recorrió mi cuerpo con sus dedos", "la diosa que llevo dentro..." e ideas sobre lo muy atractivo que es él, y lo poco atractiva que se siente ella, una y otra vez, casi con las mismas palabras; se supone que ella estudia literatura inglesa, ¿no debería tener un vocabulario mental más vasto?
En efecto, el libro describe los actos sexuales, y la idea de que 50 sombras "no es más que porno para monjas" (ocurrencias de un meme) resulta un tanto injusta en la parte "no es más que", pero en la otra parte... tal vez. Digamos que, como literatura erótica, dista de ser la mejor en el género. El Marqués de Sade es mi único referente, no los compararé directamente pues la competencia es desleal, pero en ocasiones parecía que E.L James daba más una lista de acciones ("Hicimos esto, aquello, orgasmo, fin") que una descripción de sensaciones al momento de narrar los actos sexuales, sí mejora, incluso lo puedes apreciar conforme va avanzando el libro, pero tiene tan pocos recursos narrativos y los repite sin cesar en cada secuencia donde involucra sexo que, en mi opinión, no destaca con gran fuerza, llega a ser más vibrante la acción psicológica, y en algunos casos, la escena sexual se convierte en una pausa literaria.
"Cincuenta sombras más oscuras": el temor sobre el mal augurio de las secuelas quedó completamente superado, realmente quedé complacido con la evolución de Ana Steele dándole más congruencia, la trama mejora en ritmo y calidad, Grey sigue sin defraudar, y la inclusión en relevancia de personajes como Elena Robinson, Leila Williams y Jack Hyde le dan los estupendos giros dramáticos de los que tanto careció su predecesor. Imagino a una autora mejor asesorada, o bien, sin miedo a detallar todos aquellos elementos que prefirió ahorrarse en el inicio. Los relatos sexuales pasan a un segundo plano, y allí funcionan mucho mejor para mí, con más naturalidad y menos pretensiones ahogadas en pocas palabras: un clímax y un final donde al fin el término "intenso" realmente se compagina con la historia, y que ahora sí, deja el entusiasmo por el tercero.
Y por último pero no menos importante: "50 sombras liberadas" con un comienzo confuso al estrenar reminscencias, haberme acostumbrado a su linealidad temporal me hizo frenar un poco, sin embargo lo tomo como un acierto, E.L. James decidió arriesgarse más en cuanto a técnicas narrativas y eso se aplaude, la historia ofrece nudos importantes, situaciones difíciles y pasiones más controladas pero bien esgrimidas. Como en pocas historias, el desenlace ata los cabos sueltos necesarios, y remata con un epílogo que me gustó más de lo que creí (suele ser esa sección la sepultura de muchas historias).
Y a final de cuentas, terminé disfrutando todo el vaivén de Ana y Christian, una lectura rápida, fluída y, con un poco de paciencia ante los estancamientos de la trama a lo largo de la saga, es también una lectura nutrida, un poquito de análisis sobre el comportamiento humano resulta de lo más prudente, la historia sí alcanza esos grados de madurez y vale la pena reivindicarla, sobre todo por la frivolidad con la que es juzgada.
La que, por más que lo intente, no puedo defender, ¡es la película! No quise verla hasta terminar de leer la saga, y así me enfrenté a la tormentosa relación entre la adaptación de un libro al cine y su expectador, un lector anticipado. Pero llegó ese momento hace pocos días y ... fue mucho más mala de lo que pensé y de lo que escuché. Al grado de decir que es uno de los peores filmes que he visto en mi vida. ¡Aburrida y pésimamente actuada!
Por anticipado contó con tres aspectos negativos:
1) El actor que interpretaría a Christian Grey tuvo entre sus contendientes por gusto de la gente al brillante protagonista de la serie White Collar, Matt Bomer:
y la ridícula razón por la que la directora decidió negarle el papel fue por su homosexualidad, cuando irónicamente el mismo personaje Christian Grey, en la historia, es objeto de rumores sobre ser homosexual por su ausencia de mujeres acompañantes en eventos públicos. Resultando retrógrada la lógica detrás de dicho veredicto: un homosexual no puede caracterizar personajes heterosexuales... Curioso que el personaje principal de White Collar, tan complicado como elegante, sea indudablemente heterosexual.
2) Adaptación difícil y forzada: la gran mayoría de las situaciones y reflexiones clave en la novela se sitúan en la mente de Anastasia, recurrir a planos alternos implica siempre un riesgo de credibilidad para una historia que pretende ser realista.
3) Por las deficiencias del primer libro, las expectativas personales sobre el primer filme no se encontraban muy altas, no obstante, como preludio a la idónea segunda parte, valía la pena observar en qué condiciones dejaba el repunte a la secuela.
Los resultados:
Personajes acartonados: fuera de resultar interesantes, complejos e intrigantes, más parecieron inmaduros, caprichosos y torpes, la ausencia de las líneas de pensamiento deja enormes vacíos y una acción prácticamente nula.
En cuanto al contenido sexual, sólo quiero puntualizar que la clasificación C le quedó enorme, cae muy por debajo de la mojigatería.
Detalles faltantes: sé que una de las afecciones comunes que sufren los libros al querer ser producidos para la pantalla grande consiste en eliminar detalles menos relevantes para no saturar tiempos ni complicar la trama: pero aspectos como la preocupación de Grey por la alimentación de Ana, las heridas corporales de Christian, los ojos en blanco, morderse el labio, de todo eso hubo nada en absoluto, bastaba con la dirección de cámara apropiada o una sola línea de diálogo que diera referencia a situaciones con razón de peso para su seguimiento en los libros posteriores. Fue cortado de tajo, volviendo a la historia aún más superficial de lo que se ha visto juzgada, es decepcionante lo sosa y plana que resultó, a falta de todos estos elementos; el soundtrack es lo único rescatable, y eso a cuentagotas. Como producto mercantil sirvió, tuve un acompañante ajeno a la saga de libros, el cual consideró a la cinta "palomera" a secas, para pasar el rato.
No obstante, como muestra artística, la cinta es digna de echarse al olvido, es nulo el entusiasmo por ver la segunda parte, pero quién sabe, quizá el destino y sus agentes confabulen una vez más, si tales planes se ejecutan ya me veré escribiendo sobre la secuela en función de las circunstancias... Mientras tanto, me resultará invariable el concluir ahora y después que, cuando se trata de adaptaciones de la literatura al séptimo arte, al adinerado mundo de la cinematografía, la más precisa, vibrante, flagrante, lasciva y entrañable producción es aquella que yace en nuestra imaginación.
Referencia Matt Bomer:
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