Tema tan recurrente en mi generación... A todos nos despierta curiosidad, pues sentimos la necesidad de sabernos tan cerca del mismo hasta que casi podamos olerlo, el descaro de algunos hace que les dé por exponerlo ante nuestros intimidados y exorbitantes ojos llameantes de morbo... Así es, hablo de lo que están imaginando: el "A.S.S." Simplón acrónimo inventado por su ocioso servidor para definir el tiempo "Antes del Servicio Social"; la antesala de un período para lograr un requisito que indudablemente marca la cuenta regresiva para la titulación, sin importar qué tan lenta o rápida sea ésta.
En efecto, cada vez más son los compañeros de la tribu salvaje, también llamada licenciatura, que venden sus almas (al menos por las tardes) a una institución gubernamental para "retribuir lo que la ciudadanía ha aportado en su educación mediante bla bla bla", dando fin a su A.S.S. a través de un engorroso trámite burocrático para llevar a cabo esta dulce condena constitucional.
Y mientras yo, observador de cómo el tiempo se abrevia y se acelera la adultez del profesionista para quienes se encuentran cumpliendo su deber, soy consciente de mi A.S.S., sabiendo que durará lo que resta de este año, con la finalidad comenzar el siguiente con el purgatorio de papeleos para colocarme en un programa de Servicio Social. Decidí postergarlo porque busco hacerme de ahorros suficientes para gastos venideros: finalmente tengo que hacerme de la ropa formal que carezco (la emoción de usar corbata la puedo describir con una sola palabra: 'aburrida'), y hacer frente a más viáticos, mismos que son la coladera de todo ingreso en nuestro país, además, aún me falta un semestre, por lo cual habrá también más gastos relacionados a dicho período que debo contemplar... "Money, money, money... It's a rich men's world".
Tener el apoyo de mi familia en este tramo sin duda alguna es algo que jamás terminaré de retribuir y agradecer; no soy hijo único, así que prudentemente debo hacerme cargo de ciertos aspectos.
Por lo anterior, mi A.S.S. se compone de un primer elemento, "el trabajo esporádico" obtenido mediante llamados aventureros que he encontrado en el camino, sin la formalidad de horarios que me sugiera un período semejante al del Servicio Social; estas tres oportunidades laborales ocasionales se han logrado gracias a amigos realmente trascendentes en mi existencia. Una de estas la he descrito gozosamente en entradas anteriores (véase: "Staff, con el Jazz al hombro Parte I y II"). Me entusiasma anunciar que habrá más historias para contar próximamente con una tercera parte.
La segunda de ellas ha sido un empleo, el más duradero, que obtuve por temporadas desde el 2007; una tienda de regalos cercana a mi casa en la que he trabajado como empleado de piso durante cada período vacacional y de alta demanda (febrero, mayo, diciembre). Finalmente colaboré en este reciente año con los inventarios y redacción de contratos necesarios para que mi jefe finalmente hiciera el traspaso de su negocio, haciendo de esto un solemne cierre para ambos. Agradecí por el apoyo y los aprendizajes sobre cómo brindar un buen trato a la gente, así como la oportunidad de formar parte de un equipo de trabajo durante casi ocho años. Tanto el Sr. Eugenio, mi jefe, como yo, marcamos el inicio de una nueva etapa, algo que como buenos amigos celebramos.
La nueva dueña contempla la idea de recontratarme, no obstante, lo pienso detenidamente, siento que es tiempo de explorar nuevas estancias temporales de empleo más afines a mi carrera. Justo esto fue lo que me llevó a mi tercera ocupación, labrando una amistad y afecto al común ideal con el Dr. Arturo, especialista en Ingeniería Ambiental; me ha solicitado apoyarlo en el uso de las herramientas de software para el Análisis Estadístico y la localización geográfica, con la finalidad de estructurar y obtener más información sobre sus resultados experimentales en las muestras que toma de diversas presas y ríos, tareas que forman parte de su área: tratamiento de aguas residuales. Realmente me entusiasma acercarme un poco más al tipo de trabajo para el que tanto me he preparado, observando la matemática en acción, plasmada en un tema de estudio importantísimo para la vida en sociedad; en este caso he aprendido mucho sobre índices y métodos para procurar la calidad del agua en nuestro país, y me agrada hacer conexión de temas vistos en la carrera fácilmente moldeables a este contexto, he ahí la maravilla de las Matemáticas, ¿cómo no estar agradecido con tan valioso mentor?
Estos han sido mis tres trabajos felizmente llevados a cabo, ahora entiendo las dificultades de administrar ingresos, pues aún con tanta diversidad de ocupaciones, el ahorro crece poco y a veces sólo se cubre lo del día, después de todo me alegra que no sea el dinero mi único motor, yo he estado realmente embelesado con el saberme útil, capaz y con la bendita oportunidad de conocer lugares, hechos y tratos nuevos.
Pero como no todo en la vida se trata del trabajo, en mi A.S.S. también surge otra actividad que se deja apremiar por el aparente contrarreloj amenazando con terminar la acostumbrada vida de un horario flexible compuesto por un turno escolar y empleos ocasionales: en este período me he permitido conocer diversas relaciones afectivas, tiempo de citas, aventuras y encuentros interesantes. ¿Me encuentro en búsqueda de un arquetípico noviazgo de larga duración? En realidad no, de momento eso no está entre mis prioridades y admito no encontrarme tan abierto a la posibilidad, opto por seguir explorando, gozando de la soltería, consciente del tiempo que me queda para dejar tener la oportunidad de reservar algunas de mis tardes para estas reuniones que dan gusto al cuerpo y aportan pícaras anécdotas.
Resulta que conforme voy conociendo más testimonios de vida, deseos, gustos y pensamientos, conozco más del mundo que me rodea y de mi propio mundo; no siempre se logra una conexión que te invite a un vínculo permanente, cuando eso logra darse es genial, pero en caso contrario, siempre hay algo por aprender y mejorar; no hay porqué sentirse mal al respecto, amantes que aparecen y se van en el preciso momento compartieron todo lo que tenían y continuamos por la vida encontrando más. Así es esto, sin ataduras aprehensivas ni juegos violentos; las llaman relaciones sin compromiso, pero olvidan que sí hay uno y muy importante: el de sentirse bien y hacer sentir bien a la pareja en cuestión durante el tiempo compartido, lo cual implica protección y empatía sobre lo que el cuerpo y el alma desean.
Llegar a este punto implica ir desechando prejuicios, culpas, presiones externas y estereotipos innecesarios, es todo un proceso y no es sencillo, pero me alegra atravesarlo, he logrado descubrir aspectos que desconocía de mí mismo, y he ido adquriendo la serenidad para esperar y el pragmatismo para actuar. La única desventaja que percibo es la desafortunada falta de sincronía, ("cuando quiero no quieres; cuando quieres no puedo, y cuando queremos no se puede"), sintiendo cómo el relojito temporizador que pondrá fin a las tardes ociosas y coartadas coherentes hace eco ruidoso con su tic-tac...
Requiero equilibrio, el segundo elemento de mi A.S.S. tiene un potencial enajenante que hay que canalizar, y aquí se establece mi tercer elemento: Actividad física. Gracias a mi hermana menor encuentro en el baile un grato desarrollo, ella sabe bailar muy bien, yo no tanto, pero lo intento y me divierto, terminé acompañando a las mujeres de la casa a las más divertidas clases de zumba... Bendito entre las damas, aquí viene otro estereotipo de género que me tiene sin cuidado, quienes me han seguido en mis entradas anteriores saben que también llevo un proceso de desarraigo de todos los clichés y etiquetas prejuiciosas, pueden pensar lo que gusten mientras yo sigo retorciendo las caderas, ¡justo en el A.S.S.!
Mi cuarto elemento influyó en disfrutar el tercero: el seminario al que pertenezco (véase "Tejiendo Redes... Parte I") está por terminar, y me encuentro próximo a plasmar mis aprendizajes en una segunda parte, me entusiasma saber que tengo para más entradas en mi regordete Blog.
Y esos son los cuatro elementos que integran mi A.S.S. Una vez finalice, me encuentro consciente de la dificultad que tendrá seguir llevándolos a cabo con la facilidad de la que hoy dispongo, la carrera ejerce presión sobre ellos, claro, es la prioridad; no obstante, encontrarme en estos roles complementa el encontrarme a mí mismo, viviendo mi vida, disfrutando el presente. No temo a lo que sigue, sólo sé que representa un cambio fuerte en mi forma de vivir, una nueva etapa... Muchas vidas a mi alrededor, amigos que en estos años siguen conmigo, también estarán o están viviendo esta transición, con esperanzas, temores y ambiciones comunes. Todo esto perfila nuestro carácter, deja vernos que la burbuja académica está cercana a ceder ante lo desconocido, lo que depende de nuestras decisiones, lo que no tiene marcha atrás.
Hay que hacerle frente y vamos todo, mientras tanto aquí me encuentran, precisamente, metido en mi A.S.S.